Consejos útiles para pasar la ITV sin problemas

Como ya os hemos ido informando desde este mismo blog en varios artículos –Conoce los cambios que la reforma de las ITV conlleva en 2018-, el próximo 20 de mayo entrará en vigor la reforma de las ITV centrada en conseguir un sistema que permita detectar anomalías, defectos y manipulaciones en los vehículos, fundamentalmente en materia de emisiones y sistemas de seguridad. Las inspecciones se endurecerán y serán más rigurosas al incluir pruebas como el análisis de vehículos mediante el uso del puerto de comunicación OBD, que pretende encontrar cualquier tipo de fallo o adulteración que se haya realizado, al quedar registrado en la memoria de averías. Muchos ciudadanos ya se han hecho eco de estos temidos cambios lo que ha provocado que estén adelantando sus citas por miedo a no poder superar la inspección. Esto da como resultado que en la mayoría de comunidades se estén alargando los períodos para la obtención de cita, algo que carece de sentido ya que en el hipotético caso de que tu vehículo consiga “librarse” de la nueva ITV este 2018, es sólo cuestión de tiempo que tenga que volver para hacer la próxima revisión. Por eso, desde PrevenControl te recomendamos que más que intentar adelantar la inspección de tu vehículo, procures mantenerlo en buen estado y “a punto” antes de acudir a la ITV. Para ello, a continuación te ofrecemos una serie de consejos, comprobaciones y trucos -siempre dentro de la legalidad- que mejorarán la fiabilidad de tu vehículo y te indicamos una serie de conductas perjudiciales que deberás evitar para alargar la vida de éste. Lee con atención y conoce todo lo que debes saber para que la ITV no te dé ningún quebradero de cabeza.

Circula y reduce la emisión de gases

Es recomendable que en vez de acudir directamente con tu vehículo a la ITV cuando tengas que pasar la inspección, recorras antes al menos 20 kilómetros en cuarta para poner a punto el motor. Es aconsejable también, sobre todo si tu coche es diésel, que apures al máximo las marchas antes de cambiar a una mayor. Siguiendo estos consejos conseguirás que el vehículo mantenga una temperatura normal y contribuirás a limpiar la posible “carbonilla” acumulada en el motor para así mejorar los niveles de emisión de gases y no tener problemas cuando te realicen esta prueba en la revisión.

Cuida los neumáticos

Comprueba asiduamente la presión de las ruedas, ya que circular con una presión mayor o menor a la adecuada puede provocar desperfectos en los mismos. No coloques nunca neumáticos cuyas dimensiones no coincidan con las que aparecen en la tarjeta ITV de tu vehículo ni en un eje distinto al que le corresponda. Observa periódicamente que la profundidad de las ranuras principales de la banda de rodadura cumpla con las prescripciones reglamentarias. Para ello coloca una moneda de 1 euro en el dibujo de los neumáticos. Si no se ve la parte dorada significa que la profundidad es correcta. Por el contrario, si puedes ver la parte dorada de la moneda, la profundidad no es la idónea y podrás tener un resultado desfavorable en la próxima inspección de tu vehículo. No olvides tampoco revisar que las ruedas no presenten cortes ni deformaciones, sino un relieve y una rodadura uniforme en todo el ancho de la banda.

Repasa los pequeños detalles

Antes de acudir a la ITV comprueba que abran y cierren correctamente todas las puertas y ventanillas. Revisa que la matrícula esté en buen estado y que el claxon, los retrovisores y los limpiaparabrisas funcionen correctamente. Es muy importante también que los cinturones de seguridad estén en condiciones óptimas así que procura evitar tirones y que se produzcan nudos y enganchones en los mismos.

Cambia el aceite y el filtro del aire

Si cumples con los plazos que te marcan los profesionales a la hora de cambiar el aceite y el filtro del aire, tu vehículo lo agradecerá ya que el propulsor recibirá aire más puro y contribuirá a reducir las emisiones de gases. Retrasar estos cambios resultará perjudicial para el motor de tu coche y te generará problemas cuya solución futura será mucho más costosa.

Revisa las luces

En los últimos años la principal causa para no superar la ITV en nuestro país, ha sido el mal estado y funcionamiento de las luces. Comprobar que la iluminación de tu vehículo es la correcta no te llevará más de cinco minutos. Si no tienes quién te ayude, aparca el coche lo más próximo posible a una pared y así verás reflejadas las diferentes luces en ella. Con este simple repaso muchos conductores hubiesen evitado tener que repetir la inspección a su vehículo.

Comprueba el freno de mano

Aparca tu coche en una pendiente bastante inclinada. Así podrás comprobar si el freno de mano funciona de forma correcta: si tu coche no se mueve es que está perfecto.

Mima la dirección…

Para no dañar la dirección de tu vehículo y evitar averías te recomendamos que no gires el volante con el coche parado o frenado y que nunca llegues al tope al realizar dichos giros con el volante. Recuerda estos consejos fundamentalmente cuando realices maniobras para aparcar o estacionar. Otra cosa que debes hacer para no estropear la dirección es respetar la velocidad al pasar sobre badenes. Algo tan sencillo puede ahorrarte muchos problemas. Para comprobar que la dirección de tu vehículo está bien, conduce en línea recta y corrobora que el coche no se vaya hacia los lados.

…y la suspensión

Además de poder provocar daños en la dirección, no frenar antes de un badén (o de cualquier otro tipo de desnivel pronunciado) pasando sobre él a demasiada velocidad también puede causar averías en la suspensión -amortiguadores, muelles y silentblocks-. Sabrás si tienes deterioros en la suspensión porque normalmente si una de las gomas de los silentblocks se rompe, suele provocar ruidos en el interior del vehículo.

Controla el nivel de líquidos

Desde el nivel del aceite al del agua del limpiaparabrisas pasando por el del refrigerante y el del líquido de frenos. Esta comprobación rutinaria puede ahorrarte muchos problemas. Y no sólo a la hora de pasar una ITV, que también, sino problemas más graves como son el poder provocar un importante deterioro en tu vehículo o poner en riesgo tu seguridad y la de los tuyos. Por ejemplo, no cambiar el aceite de tu vehículo o circular con el nivel del mismo muy bajo puede originar que las partes metálicas del motor se desgasten mucho, que la suciedad se acumule más rápidamente en el filtro y termine por taponarse o que se produzca un aumento desmedido de la temperatura que dañará gravemente el motor. Y circular con el depósito del líquido del limpiaparabrisas vacío puede resultar muy peligroso si necesitas limpiar un parabrisas sucio que limite tu visibilidad, sobre todo, cuando tienes el sol de frente.

No dejes que el depósito de combustible llegue a la reserva

Circular con el depósito casi vacío puede acarrear varios problemas. En el fondo del tanque es donde se quedan más posos acumulados, incluso del propio combustible, que pueden dañar el depósito, la bomba del filtro del combustible y los inyectores, por lo que circular con el nivel de gasolina o diésel muy bajo acrecienta el riesgo de averías. Un nivel bajo de carburante también provoca que la bomba tenga que hacer un mayor esfuerzo para absorberlo y puede dar lugar a la formación de burbujas en dicha bomba impidiendo una adecuada refrigeración de la misma. Por tanto, procura repostar antes de que el depósito de combustible llegue a su nivel más bajo y así evitarás daños futuros.

No te apoyes en la palanca de cambios

Es un mal hábito muy extendido que por un lado es un riesgo -al circular, las dos manos deben permanecer en el volante- y por otro puede provocar holguras en el cambio de marchas que acaben impidiendo que dichas marchas entren bien.

No circules en punto muerto

Otro hábito bastante extendido es circular en punto muerto, sobre todo en las bajadas o cuando se está llegando a un semáforo, porque se ha propagado la falsa creencia de que hacerlo permite ahorrar combustible. Pero esto no solo no es cierto –cuando el motor no lleva una marcha metida necesita inyectar combustible de manera constante para no calarse a razón de 0,5/0,7 litros por hora, mientras que si la marcha sí está metida son las ruedas las que mueven el motor porque este y la transmisión están acoplados, lo que no hace necesario inyectar carburante para que el coche siga en marcha– sino que además puede suponer un peligro para tu seguridad: al circular en punto muerto el vehículo puede embalarse y hacerse difícil de controlar (mientras que con una marcha metida el freno motor impide que se acelere en exceso) y además corres el riesgo de equivocarte de marcha al volver a meter una velocidad.

 No arriesgues ni te impacientes

La legislación vigente prohíbe circular con la ITV caducada por lo que no te debes arriesgar a circular con un vehículo que no la haya pasado en los plazos estimados, ya que tanto la Guardia Civil como la Policía Local pueden multarnos con sanciones que van de los 200 a los 500 euros.

Para finalizar, te recomendamos que no vayas a pasar la ITV con prisas ni agobios. Mentalízate con el hecho de que una inspección puede durar más de media hora desde que presentas la documentación hasta que obtienes el resultado final. Y sé previsor: reserva con antelación tu cita por teléfono o internet para evitar esperas innecesarias. En PrevenControl puedes reservar estación, día y hora a través del teléfono 972 49 29 12 o bien en nuestra web de cita previa.