¿Cuáles son las averías más habituales en verano? Estamos a punto de entrar en la época de escapadas de fin de semana y después, las vacaciones. En los últimos meses os hemos ido recordando la importancia de tener a punto las diferentes partes del vehículo con la campaña Si vols anar bé, passa la ITV (enlace passalaitv.cat). ¡No te pierdas el último vídeo! Hoy en el blog de PrevenControl le explicamos cuáles son las averías más habituales cuando llega el calor intenso.
El verano es sinónimo de temperaturas altas y esto puede afectar a nuestro vehículo. Lo más habitual que falle es la batería. Según un estudio del RACC, protagoniza el 41% de las averías en esta época. El uso constante del aire acondicionado hace trabajar más la batería. Y al mismo tiempo acusa el efecto del calor. Por un lado, porque el ácido interior se seca y, por otro, porque por encima de los 50 grados la vida útil puede bajar hasta un 50%. Por ejemplo, cuando dejamos el vehículo estacionado al sol durante horas.
Otro elemento que en verano nos puede generar un enorme dolor de cabeza es el motor. Puede sobrecalentarse. Los motivos son variados, desde el poco aceite, a los descensos del oxígeno en el aire pasando por el líquido refrigerante.
Los neumáticos también pagan altas temperaturas. El desgaste aumenta y la vida útil puede descender un 15%. El calor también afecta a la presión, ya que puede hacerla subir hasta un 20% y facilita la aparición de los pinchazos. Es importante controlar la presión para reducir el riesgo de quedarnos tirados en la carretera y tener que preparar la rueda de repuesto. En verano realizamos desplazamientos más largos y sometemos a los neumáticos a una carga de trabajo muy superior a la habitual.
La batería, el motor y los neumáticos son los tres elementos que más sufren con la llegada del periodo de vacaciones. Pero no son los únicos. Así, será necesario controlar los frenos para que los discos se puedan deformar con el calor y perder así efectividad. Sobre todo, si hace tiempo que los llevamos y están desgastados. También tendremos que controlar el nivel de aceite, el calentamiento del radiador y echar un vistazo al estado de los limpiaparabrisas. El riesgo reside en que el líquido se evapore o que las escobillas se deformen.
Una forma de controlar que tu vehículo está a punto es llevar la ITV al día. Hay quien circula sin hacerlo o que aprovecha el verano para tratar de alargar la siguiente revisión. No es legal y es un mal consejo porque es un riesgo para la seguridad y el medio ambiente. Por eso si te ha llegado la hora de pasarla no dudes en ponerte en contacto con cualquiera de las estaciones PrevenControl. Puedes hacerlo por teléfono o a través de la web. ¡Te estamos esperando!
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