Mantener el vehículo seguro y adecuado desde el primer día

Lo habitual para muchos es intentar poner el coche a punto cuando toca pasar la inspección técnica de vehículos obligatoria. Y lo hacen con el propósito de pasar las pruebas, obtener la acreditación favorable y seguir circulando hasta la próxima inspección.

Pero el objetivo de la ITV obligatoria es el de velar por tu seguridad y por las de los otros que circulan en las mismas vías que tú. Y lo aconsejable es mantener tu vehículo siempre en óptimas condiciones y así garantizarás tu seguridad, la de los que rodean e incluso te será mucho más fácil superar la inspección.

Es por ello que te damos algunos consejos para que puedas tener cuidados de tu vehículo de forma periódica:

  • RUIDO: debes estar alerta por si escuchas ruidos inusuales o nuevos que pueden indicarte alguna anomalía o avería.
  • FRENOS: conocer el correcto funcionamiento de los frenos mostrando especial atención a su funcionamiento en situaciones especiales como de lluvia.
  • ALUMBRADO: revisar continuamente todo el alumbrado del vehículo; luces de freno, intermitentes, luces largas, luces cortas, etc. Y reponer inmediatamente si detectamos alguna bombilla fundida.
  • NEUMÁTICOS: debemos revisar los neumáticos regularmente. Observando un posible desgaste fijándonos en el dibujo y controlando periódicamente su presión.
  • NIVELES: inspeccionar puntualmente los niveles de aceite, agua y líquido de frenos que necesita el vehículo, así podemos prevenir problemas graves en el motor del vehículo.
  • ESTADO GENERAL: debemos mantener el buen estado tanto del interior como del exterior del vehículo comprobando: cinturones de seguridad, carrocería, espejos, limpiaparabrisas, etc.
  • DOCUMENTOS: tener siempre dentro del vehículo los documentos oficiales en caso de inspección en carretera, así como elementos obligatorios: triángulos y chaleco reflectante (situado en un lugar cercano al asiento).

Si seguimos estas fáciles recomendaciones de forma habitual conseguiremos mantener nuestro vehículo en un estado más óptimo, alargando su vida funcional y evitando sorpresas. Así estaremos mucho más seguros en la conducción y nos facilitaremos la labor de pasar la inspección técnica obligatoria.