¿Caducan los neumáticos?

Últimamente se está extendiendo el rumor en las redes de que los neumáticos de los vehículos, y es cierto, tienen una fecha de caducidad. Pero no es una fecha concreta. A día de hoy no existe ninguna reglamentación que establezca una caducidad específica basada en su antigüedad.

 

desgast_pneumatic

 

Más bien la “caducidad” estaría relacionada con el estado exterior de la goma y de la estructura interna del neumático, y esto está en función sobre todo de las condiciones de utilización a las que se ha sometido el neumático.

La antigüedad no sería tan relevante, pero se tiene que decir que afecta las propiedades del caucho y por lo tanto acaba repercutiendo en el comportamiento del neumático. Las condiciones de almacenamiento antes de su comercialización son también determinantes en el deterioro del caucho. Algunos fabricantes establecen un periodo máximo de almacenamiento de 5 años en unas determinadas condiciones. Pasado este periodo se retiran del mercado si no se han vendido.

 

any_pneumatic_cast

 

La antigüedad se puede conocer mediante la información grabada en los laterales. Consiste en un código numérico de cuatro cifras: las dos primeras indican la semana del año y las dos siguientes indican el año. Por ejemplo las siguientes indicaciones querrían decir que estos neumáticos se fabricaron la semana 14 del año 2011 y la semana 35 del año 2015.

 

ano_neumatico_cast

 

Existen también recomendaciones de organismos internacionales como por ejemplo el ETRTO (European Tyre and Rim Technical Organisation), responsable de otorgar todos los requisitos que tienen que cumplir los neumáticos fabricados y comercializados a la Unión Europea, a la cual se adhieren la gran mayoría de fabricantes, donde se afirma entre otras cosas que:

  • Después de 5 años de utilización de un neumático, es decir, desde la fecha en que han sido montados, tienen que ser examinados por un especialista o un profesional calificado del neumático, al menos una vez al año.
  • Así mismo, el citado organismo también indica que, por simple precaución, a los 10 años desde la fecha de fabricación se recomienda la sustitución por unos neumáticos nuevos (incluidos los de repuesto), aunque el nivel de desgaste no se haya llegado al límite mínimo legal permitido de 1,6 mm que establece la Ley o los 3 mm recomendados.

El aspecto de un neumático envejecido es el que habitualmente se conoce como “quarterat”, y cuando este efecto es incipiente, sólo se observan micro grietas en toda la superficie de la goma, que se van tirando más acusadas con el tiempo.

Estas grietas justifican la sustitución de los neumáticos. La estructura del caucho ya está afectada, pudiendo generar grietas que deriven en un desprendimiento de la carcasa o un reventón mientras circulamos. También se ven afectados los dos fenómenos que permiten que un neumático se adhiera al asfalto mediante fuerzas de fricción: la adhesión y la histéresis. Y si queremos esperar a saber por qué son tan importantes, siempre tendremos la opción de comprobarlo en la peor de las situaciones: un accidente por pérdida de control.

Finalmente hay que recordar que los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y la carretera, es primordial llevar a cabo un control o mantenimiento permanente y periódico de los mismos (vigilancia de la presión de hinchado, nivel de desgaste, deformaciones, etc.) para asegurar el rendimiento óptimo de las cubiertas y velar por una correcta seguridad viaria.