Durante la ITV, ¿qué se revisa en el foso?

Cuando se pasa la revisión de nuestro vehículo en un centro de ITV, hay una parte del proceso de inspección del vehículo donde se generan dudas sobre qué se hace: ¿Qué partes de mi vehículo se mira el inspector cuando estoy sobre el foso?

En general se comprueban los siguientes sistemas y elementos como por ejemplo:

  • anclajes y soportes del chasis o de carrocería
  • sistema de frenos
  • articulaciones de la dirección
  • articulaciones y elementos de la suspensión
  • rodamientos y protecciones de los ejes y semiejes
  • parte interior de los neumáticos
  • tubo de escape, catalizador, filtro de partículas, silenciadores
  • canalizaciones de combustible

Las operaciones de inspección siguen una sistemática predefinida. Lo primero que se comprueba es el juego del sistema de dirección del vehículo y sus topes a ambos lados. A continuación mediante el movimiento longitudinal y transversal de las placas de detección de juegos (destacar que el movimiento inducido que generan estas placas no provoca ningún desperfecto en el vehículo y nos permite detectar elementos dañados que a simple vista son imposibles de detectar y que podrían provocar un accidente de circulación), continuaremos con la comprobación de las rótulas de suspensión, juegos en los ejes, el estado del sistema frenado, el estado del guardapolvo de la dirección y transmisión, estado del chasis del vehículo, el estado de los neumáticos a la parte interior para comprobar posibles desgastes anormales y desperfectos.

 

Visión parte inferior de la rueda delantera (rótulas, dirección y suspensión, guardapolvos, transmisión, tubo frenos, discos frenos)

 

A continuación, se realiza el seguimiento del estado del motor, para verificar su correcto estado y verificar la ausencia de fugas de aceite que puedan contaminar el medio ambiente además de provocar alguna avería en el motor. Revisamos también el estado del sistema de alimentación y depósito de combustible ante posibles pérdidas con riesgo de incendio o filtración de vapores en el interior de nuestro vehículo.

 

 

Otra parte importante es la verificación de los conductos y el resto de elementos del sistema de frenos: detectar fisuras o rotura en los discos de freno, localizar posibles fugas de líquido de frenos que puedan ensuciar los discos o tambores y evitar sustos al intentar detener nuestro vehículo. De igual manera verificamos el estado de los componentes de la suspensión del coche para detectar fugas en los amortiguadores, que puedan provocar un funcionamiento incorrecto del sistema suspensión, provocando que el vehículo se comporte de forma extraña en el momento de frenar o circulando por carreteras de curvas.

 

Visión eje trasero: amortiguador, muelle suspensión, tubo frenos y rueda interior.

 

Siguiendo hacia la parte posterior del vehículo encontraríamos otros elementos a inspeccionar como son todo el sistema de escape (tubos, catalizador, filtro de partículas si dispone y silenciadores). Con la inspección de estos elementos se pretende que nuestro vehículo, tenga las mínimas emisiones posibles, ya sean emisiones acústicas o de gases y partículas contaminantes provenientes de nuestro motor.

 

 

A grandes rasgos, estos serían parte de los elementos más significativos que se revisan en cada inspección de los vehículos en el foso de los centros de inspección técnica de vehículos.